A partir de 2020, según lo estipulado por la Unión Europea, todos los edificios de nueva construcción deben ser ECCN, «edificio de consumo casi nulo». Según los expertos, los gastos en calefacción pueden reducirse hasta en un 80% al mejorar el aislamiento de la casa y evitar las filtraciones de aire.
Las principales características de este tipo de edificio:
– El sol puede ser utilizado en su totalidad como fuente de energía. Una buena orientación al sur y las grandes ventanas son especialmente importantes en invierno. También hay que tener en cuenta el clima general, la ubicación de la casa, la dirección del viento y la vegetación circundante.
– Debe ser transpirable y necesita baja conductividad térmica, alta resistencia térmica, fibras amortiguadoras y aislamiento acústico, al paso del calor y un buen comportamiento frente al fuego.
– El sellado de todas las conexiones entre los diferentes materiales del edificio evita el paso incontrolado del aire desde el interior hacia el exterior (y viceversa).
– Las ventanas y las puertas son los elementos «más débiles» de un edificio. Además de estar fabricados con materiales de alta calidad, es muy importante que las ventanas tengan una buena transmitancia térmica.
– Uso de energías renovables. Una vez que el consumo de energía se ha reducido al mínimo, es importante utilizar fuentes de energía renovables. Los más comunes son los módulos solares o fotovoltaicos. Sin embargo, hay otros métodos que se pueden utilizar en el diseño.